03 de diciembre de 2025.
Román Lozinski entrevista al economista Asdrúbal Olivero. Escenario económico de Venezuela para el año 2026.
La economía venezolana se percibe como un laberinto de incertidumbre y complejidad. Entre la inflación, la devaluación y la tensión política, es fácil perderse en los titulares de la economía venezolana.
En este artículo buscamos explicar, de la mano del análisis del economista Asdrúbal Oliveros, director de la consultora económica Ecoanalítica, luego de su entrevista de radio con el periodista Román Lozinski, desarrollamos las cinco claves que definen el panorama económico de Venezuela para el año 2026. Para ello, partiremos de las proyecciones de cierre de 2025 como base para entender los desafíos y oportunidades del primer trimestre de la economía para el 2026.
1. Petróleo venezolano: Producimos más que en años anteriores, pero cobrar es un problema.
Existe una dualidad en el corazón del sector petrolero venezolano. Por un lado, hay una "buena noticia" innegable: el aumento significativo de la producción. Desde los mínimos delo años 2020 y 2021, la producción casi se ha triplicado y se espera que para final de este 2025 superemos los 1.150.000 barriles diarios. Este sector, que representa aproximadamente el 26% del tamaño de la economía, es actualmente el principal motor de crecimiento.
Sin embargo, Asdrúbal menciona que surge un problema sorprendente, la dificultad para cobrar por ese petróleo. La mayoría del crudo venezolano se está pagando en criptoactivos, y la movilización de esos fondos para convertirlos en recursos líquidos dentro del país se ha complicado.
Esta situación, donde se vende bien pero no se puede acceder fácilmente al dinero, es uno de los factores importantes detrás de la ampliación de la brecha cambiaria y la aceleración de la devaluación. Este complejo problema de cobro no es meramente logístico; es un síntoma directo de las tensiones geopolíticas que dominan la realidad económica del país, un punto que exploraremos a continuación.
"Estás vendiendo muy bien, pero tienes problemas en convertir, vamos a decirlo de manera coloquial, hay problemas para convertir esos barriles que tú vendes en el mercado internacional en recursos líquidos accesibles en Venezuela"
Asdrúbal Oliveros
2. El respiro económico pasa por el tema político.
La economía venezolana está fuertemente supeditada a la dinámica geopolítica, y es esta la raíz de las complicaciones de pago descritas anteriormente. La incertidumbre política actual limita drásticamente la capacidad de decisión de las empresas y de los ciudadanos. Nadie sabe qué esperar, y esa falta de claridad tiene un impacto directo en el mercado cambiario.
Cuando el futuro es incierto, la gente se "atrinchera" y busca protegerse en dólares "a cualquier precio". Esta reacción presiona la demanda de divisas y alimenta la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Según Oliveros, un proceso de "normalización política" podría tener un efecto estabilizador casi inmediato. Permitiría vender el crudo en condiciones más normales (cobrando en divisas como el dólar), lo que ayudaría a regularizar el flujo de divisas, cerrar la brecha y ofrecer un respiro a la economía.
"El respiro económico del país, pasa por lo político efectivamente, digamos en este momento es un factor de fuerte distorsión, porque además la incertidumbre tú sabes que también tiene sus consecuencias económicas"
Asdrúbal Oliveros
3. Tres soluciones prácticas que NO dependen de la Política.
A pesar del peso del factor político, existen palancas de política económica que podrían abordar directamente las distorsiones cambiarias y las fricciones en el sistema de pagos discutidas anteriormente. Su implementación no requiere grandes acuerdos geopolíticos, sino voluntad y pragmatismo para debatir sus ventajas y ponerlas en marcha.
3.1 Mejorar el sistema de subastas de divisas. Si la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) reflejara una subasta más libre y transparente, se acercaría de forma natural a la tasa paralela. Esto cerraría la brecha que hoy fuerza a las empresas a una posición insostenible: sus costos y gastos son tasados a un dólar más alto (el cambio paralelo), mientras que están obligadas a cobrar por sus productos a la tasa oficial, más baja.
3.2 Formalizar el uso de criptoactivos como USDT. Dada la creciente popularidad y uso del USDT (Tether) para liquidar activos y realizar transacciones, una medida práctica sería permitir que muchos precios se tracen oficialmente en este activo digital. Esto podría aportar mayor estabilidad y reducir las distorsiones de precios que enfrenta el consumidor.
3.3 Crear un ecosistema de pago híbrido. La propuesta consiste en permitir que los dólares depositados en la banca nacional se puedan movilizar sin tantas restricciones. Fomentar un sistema integrado donde los pagos puedan fluir sin fricción entre bolívares, dólares y criptomonedas daría un respiro al mercado y facilitaría las transacciones diarias.
Estas medidas técnicas podrían traer un alivio tangible y rápido tanto para consumidores como para empresas, corrigiendo distorsiones y mejorando la gestión diaria.
4. La "Hibernación" de 45 días que redefine el inicio del próximo año.
La economía venezolana ha sufrido un cambio estructural profundo: ha pasado de ser un país con un fuerte componente manufacturero a uno donde la actividad comercial es predominante. Este cambio ha traído consigo un fenómeno contraintuitivo: el lento despertar económico de cada año. Contrario a lo que ocurría en el pasado, la economía post pandemia arranca con una lentitud notable.
El movimiento comercial no se activa realmente hasta mediados de febrero, creando un período de "hibernación" o "actividad muy lenta" de aproximadamente 45 días. Esta es una lección práctica clave para la planificación. Las empresas, emprendedores, trabajadores independientes y asalariados deben ser previsivos: gestionar bien el inventario y las cuentas por cobrar antes de fin de año, y ahorrar si es posible para afrontar este período de bajos ingresos y poca actividad.
"Lo que hemos visto en los últimos años sobre todo post pandemia es un país que arranca con más lentitud y que prácticamente a mediados de febrero es que empieza a tener digamos empieza el movimiento comercial".
Asdrúbal Oliveros
5. Venezuela está a punto de perder CITGO.
CITGO no es solo un activo económico valioso; es un activo "estratégico" para Venezuela. Su importancia radica en su sólida posición en el mercado energético de Estados Unidos, una marca fuerte, una vasta cadena de distribución y, crucialmente, una sinergia histórica con PDVSA.
La pérdida potencial de este activo proyectaría una larga sombra sobre el futuro del crecimiento de la producción petrolera celebrado en nuestro primer punto, cortando un vínculo estratégico vital para procesar y distribuir el crudo venezolano en el mercado energético más importante del mundo.
Actualmente, el activo está en un proceso de venta forzada donde los acreedores buscan cobrar sus deudas. Paradójicamente, la decisión final sobre su destino no está en manos de Venezuela, sino lamentablemente del gobierno de Estados Unidos. Según el analista, el tono general entre los expertos no es optimista. Aunque se está "ganando tiempo", la percepción dominante es que su pérdida es solo una cuestión de tiempo.
Esto no solo representaría una pérdida financiera, sino que también afectaría la relación estratégica a futuro que Venezuela podría tener en el sector energético global.
Conclusión: La economía Venezolana en el 2026, un escenario de contrastes.
El análisis de la economía venezolana revela un escenario de profundos contrastes: un sector petrolero que crece en producción, pero enfrenta serios problemas para monetizar ese crecimiento; soluciones técnicas viables que son opacadas por una abrumadora incertidumbre política; y cambios estructurales en su dinámica estacional que exigen una nueva forma de planificar para sobrevivir.
La ruta hacia la estabilidad parece depender tanto de la audacia técnica como de la distensión política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario