El “síndrome de Turgua”:
La abstención no es una respuesta
en sí misma
20 Dec 2012
José De Bastos
http://runrun.es
Turgua es una pequeña población en el municipio El
Hatillo, al sureste de la Gran Caracas. En los últimos meses ha ocupado
espacios en la prensa nacional debido a los derrumbes que han trancado sus vías
de comunicación. Turgua es, al igual que la mayor parte de las zonas rurales y
de bajos recursos del resto del país, determinante-mente chavista, con
respaldos al presidente y su partido que rondan el 70%.
Ahora bien, en un municipio tan claramente
anti-chavista, la abstención es un factor clave en esta población. Cada vez que la elección es nacional (ya
sea presidencial o referéndum), la movilización en Turgua es amplia y la
abstención se ubica en el promedio nacional. Sin embargo, cuando la
elección es regional, municipal o parlamentaria, la abstención se dispara a
niveles superiores que el resto del país, del estado Miranda o del municipio El
Hatillo.
Sin haber hecho encuestas en la zona para comprobar
tal teoría, mi suposición es que los ciudadanos de Turgua se ven desmotivados a
ir a votar en los comicios en los que sienten que serán derrotados. Mientras
más cercano es el representante a elegir, más peso tiene el voto global de El
Hatillo y, por ende, más opciones tiene de ser electo por la clara mayoría
opositora, desincentivando pues el voto chavista de esta región mirandina.
Algo así ocurrió el pasado domingo 16 de diciembre
en las elecciones regionales. El
porcentaje de abstención nacional (47,88%) se ve inflado por casos particulares
donde la ausencia fue excesiva. Lo
mismo ocurre si nos centramos en el voto opositor, el cual, si comparamos con
el 7 de octubre, disminuyó en 2.136.005, es decir, una “abstención opositora”
(sobre ese supuesto techo alcanzado hace dos meses) de 35,80%.
Pero el domingo no hubo una elección nacional, por
tanto el análisis que muchos hacían esa misma noche es apresurado. La
abstención como tal, sola y sin más, no es una respuesta al mal resultado del
domingo. En todo caso debería ser la primera parte de una pregunta. ¿Por qué
tanta abstención y por qué en ciertos estados? ¿Cómo logró Liborio Guarulla
movilizar más votos por sí mismo que Capriles en la elección presidencial?
¿Cómo voltearon Henri Falcón y Capriles las tendencias en sus estados y cómo
permitieron Pérez Vivas y Lester Rodríguez que les voltearon las cifras a
ellos? Aquí algunos detalles.
La percepción y el candidato sí
son importantes
Amazonas es el
único estado en donde la oposición, en términos absolutos, aumentó su votación
del 7 Octubre al 16 Diciembre. Subió de 33.107 a 34.597, y el único en donde la
abstención del domingo fue inferior a la de la elección regional de 2008. ¿Ocurre esto porque los amazonenses
entendieron la trascendencia de esta elección, la implicación de las comunas,
el futuro del chavismo sin Chávez y la vida misma de la oposición, a diferencia
de sus vecinos apureños que se abstuvieron un 50%? No.
En Amazonas existe un liderazgo fuerte y popular,
un dirigente que ha sabido crear una maquinaria y una simpatía entre sus
ciudadanos, y los moviliza con impresionante efectividad (#NOTA1). En Apure, en cambio, hay mucho del “síndrome de Turgua”.
Más allá de algunas consideraciones que se puedan hacer sobre el propio
candidato, la abstención opositora, con relación al 7O, fue de 57,97%, mientras
el chavismo se movilizó de manera importante (mantuvo 75% de su voto). Los
apureños opositores perciben que van a perder, que la diferencia entre ambos bloques
es demasiada y pierden el incentivo de ir a votar, más aún tras sólo dos meses
de una dolorosa derrota presidencial.
Lo mismo ocurrió en otros estados notablemente
rojos: Delta Amacuro (69,02% de abstención opositora), Guárico (62,97%),
Portuguesa (61,04%), y Trujillo (72,34%). La presunción de
derrota, sumada a probables carencias del candidato (algo que debe analizarse
más en profundidad) conllevaron a derrotas por paliza. Caso
aparte es el de Vargas, en donde si bien el chavismo es dominante, el desplome
opositor tuvo proporción histórica.
¿Por qué un candidato no puede
‘esconderse’ simplemente hablando de abstención? Porque los buenos candidatos
motivan y movilizan. A pesar
de buscar el triunfo en territorio rojo, Julio César Reyes en Barinas y Alberto
Galindez en Cojedes mejoraron los índices opositores del 7O y movilizaron un
mayor porcentaje de votantes que el chavismo. Algo similar ocurrió en Monagas
si se suman los respaldos del “Gato” Briceño y Soraya Hernández, y en Aragua,
donde es de resaltar que la movilización opositora fue hasta 10 puntos
porcentuales mejor que la del chavismo.
¿Por qué ganan Capriles
y Falcón y se pierde en Mérida, Táchira, Zulia, Carabobo o Nueva Esparta? Cada caso merecería una
consideración especial, pero es claro que en Miranda y Lara el elector común se
ve motivado a votar por alguien a quien ven como un líder. En ambos estados
menos de un cuarto del voto opositor se abstuvo, algo que hace pensar que
algunos votos de Chávez el 7O fueron a parar a la tarjeta de Capriles o Falcón
el 16D. Lo mismo, pero en la otra
dirección, pasó en Mérida y Táchira. Los liderazgos opositores no motivaron al
votante, y el respaldo a Capriles hace dos meses no se transformó en un
respaldo este domingo, con muy posible cruce de votos.
Vielma Mora fue una
selección inteligente en las filas del PSUV, ya que siempre ha generado
atracción en sectores de oposición, quienes le dieron la espalda a César Pérez
Vivas. En Mérida la “abstención opositora” fue de 51,52% y seguro que no todos
se fueron anticipadamente de vacaciones navideñas. Desde los Andes llegan muchas críticas sobre una
floja campaña de Lester Rodríguez, quien
según dicen se confió en el resultado del 7O y las candidaturas divididas del
chavismo. Esto sumado a la desaprobación que tiene como alcalde de la capital
merideña.
En Zulia hubo un esfuerzo por mantener la
gobernación. Es de hecho el segundo estado con menor desmovilización del voto
opositor (17,02%), pero la cuesta a remontar con relación a la elección
presidencial era demasiado amplia (El chavismo también se movilizó notablemente
por Arias Cárdenas, tan sólo 21,92% de abstención). En Carabobo en cambio hubo
desmotivación de ambos sectores, lo que indica un claro cansancio en el
liderazgo ininterrumpido de los Salas en la oposición. 40,49% de los votantes
de Capriles el 7O no respaldaron al “Pollo”, algo que se acentuó en Valencia en
donde la oposición no alcanzó 50% por primera vez desde 2006.
En definitiva, la abstención
siempre es un factor a tomar en cuenta pero no es una respuesta en sí misma. Si se da en un porcentaje
anormal debe revisarse por qué. En 2007 la abstención favoreció a la oposición
en el triunfo de la Reforma Constitucional, porque buena parte del chavismo no
estaba de acuerdo con cambios tan pronunciados en la Carta Magna, no porque les
haya dado flojera ir a votar. Obviamente la fecha de esta elección conllevó al
ausentismo de algunas personas que ya estaban de vacaciones. Pero entendamos
que en aquel momento se ganaron 2 de 23 estados, y en esta ocasión se
obtuvieron 3, de mucho mayor peso electoral, político y mediático.
Debe quedar claro que la gente no es opositora o
chavista sin más, y que en ambos bandos el votante necesita algo (o alguien)
que lo motive a movilizarse evento, tras evento, tras evento.
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#NOTA1:
No estoy seguro de ese liderazgo, parece ser, según entrevistas amigos
de allá, que el factor monetario incide en el voto en Amazonas, factor actualmente usado por
el actual gobernador. Nota de Jesús Casique.